El charlatán
(de Félix María de Samaniego)
«Si cualquiera de ustedes
se da por las paredes
o arroja de un tejado
y queda a bien librar descostillado,
yo me reiré muy bien;
importa un pito,
como tenga mi bálsamo exquisito.»
Con esta relación un
chacharero
gana mucha opinión y más
dinero,
pues el vulgo, pendiente de
sus labios,
más quiere a un charlatán que a veinte sabios.
Por esta conveniencia
los hay el día de hoy en toda ciencia
que ocupan igualmente
acreditados,
cátedras, academias y
tablado .
Prueba de esta verdad será
un famoso
doctor en elocuencia, tan
copioso
de charlatanería, que
ofreció enseñaría
a hablar discreto cono
fecundo pico
en diez anos de término a un
borrico.
Sábelo el rey le llama, y al
momento
le manda dé lecciones a un
jumento;
pero bien entendido que
sería, cumpliendo lo ofrecido,
ricamente premiado;
mas cuando no, que moriría
ahorcado.
El doctor asegura
nuevamente,
sacar un orador asno
elocuente.
Dícele callandito un
cortesano:
«Escuche, buen hermano, su
frescura me espanta;
a cáñamo me huele su
garganta.»
«No temáis, señor mío
-respondió el charlatán-, pues yo me río.
En diez años de plazo que
tenemos,
el rey, el asno o yo ¿no moriremos?
Nadie encuentra embarazo
en dar un largo plazo
a importantes negocios; mas no advierte
que ajusta mal su cuenta sin
la muerte.
...Y
fábula de hoy
La
búsqueda de pactos para formar Gobierno
![]() |
Rivera, Sánchez e Iglesias |
S. M. Felipe VI ordenó a
Pedro Sánchez la formación de Gobierno ante la negativa de Mariano Rajoy a
presentarse a la investidura por no contar con los apoyos necesarios, teniendo
en cuenta, incluso, la negativa reiterada de Pedro Sánchez a hablar con él (en
diecisiete ocasiones y con la frase de "Que el Sr. Rajoy pierda toda esperanza"),
a fin de obligar al Presidente del Gobierno en funciones a que, si se
presentara a la investidura, con el consiguiente fracaso por la falta de apoyo
evidente y manifiesto, dejara espacio libre a la coalición de izquierdas para
poder llegar a un acuerdo sin la posibilidad de una tercera ronda de contactos -que aún existe por la negativa de Rajoy a presentarse a una investidura cuyo
fracaso estaba anunciado-, para que Rajoy pueda ser candidato de nuevo a
una futura investidura.
El primer párrafo de la
fábula de Samaniego:"Si cualquiera de ustedes se da por las paredes o
arroja de un tejado y queda a bien librar descostillado, yo me reiré muy bien;
importa un pito, como tenga mi bálsamo exquisito", refleja el pensamiento
de Sánchez cuando intenta pactar con Podemos, el partido de izquierda radical y
antisistema, porque parece importarle "un pito", cómo quedara España
si consiguiera llegar a un pacto con Podemos a costa de que España y los
españoles vieran hipotecado su futuro por las graves consecuencias de un
Gobierno nocivo que podría salir de tales pactos.
"Con esta relación un
chacharero (un charlatán, o sea Pedro Sánchez) gana mucha opinión y más dinero
(fama de buen político preocupado por el bienestar de su país y más dinero si
consiguiera el poder y el dinero que lleva aparejado llegar a ser Presidente del Gobierno), "pues el vulgo, pendiente de sus labios, más
quiere a un charlatán que a veinte sabios", ya que el pueblo más cree las
falsas promesas de un político mendaz que ofrece un gobierno
"progresista" y "populista" (tipo de gobierno que ya ha
demostrado su ineficacia y peligro real en casos como Venezuela y Grecia, por
ejemplo) promesas que al pueblo le suenan como verdades absolutas, sin advertir
la mentira y falacia que ocultan y sin hacer caso de las advertencias de otras
formaciones políticas como PP o C's (representan a los veinte sabios) que sí saben
lo que de peligrosas y falsas tienen esas promesas.
"Por esta conveniencia los
hay el día de hoy en toda ciencia que ocupan igualmente acreditados, cátedras, academias y tablado", Así
sucede con algunos representantes de Podemos que ejercen de profesores en la
Universidad Complutense, llenando con su ideología marxista y antisistema de
falsas y peligrosas consignas a la mente maleable de sus alumnos, cuando no
queriendo cambiar la realidad de la historia de España con la famosa Ley de
Memoria Histórica que se aprobó durante el mandato de Zapatero, y que ha llevado
a cambiar el nombre de algunas calles de Madrid por el Ayuntamiento de Carmena,
cometiendo errores de bulto y confundiendo nombres de supuestos franquistas con
las de personas ajenas a dicha Dictadura y, algunos otros de personas que realizaron
grandes servicios al país, cuando no, han sido nombres universales del arte y la
literatura, en una evidente falta de rigor, de manipulación y de desconocimiento
histórico que apabulla por provenir de la cátedra de Memoria Histórica de la Universidad
Complutense que ha obligado a la misma a renunciar públicamente a seguir
"asesorando" al Ayuntamiento presidido por Manuela Carmena del grupo
Ahora Madrid, una de las "mareas" afines a Podemos.
"Prueba de esta verdad
será un famoso doctor en elocuencia, tan copioso de charlatanería, que ofreció
enseñaría a hablar discreto cono fecundo pico, en diez años de término a un
borrico". El famoso doctor en elocuencia o charlatán (Pedro Sánchez) le
prometió a Felipe VI formar un Gobierno "en diez años de término" (en un plazo de tiempo prefijado como son los dos meses
preceptivos), contando para ello con los votos de Podemos y Ciudadanos, aunque
sabía que las posturas de ambas formaciones políticas era irreconciliable entre
si y la de Podemos con la del PSOE. Es decir, prometió algo que es
materialmente imposible como es el intento de convertir a un grupo de extrema izquierda, radical y
antisistema, en una formación política que acate la Constitución y las reglas
democráticas y, por lo tanto, tales intentos son inviables.
"Sábelo el rey le
llama, y al momento le manda dé lecciones a un jumento; pero bien entendido que
sería, cumpliendo lo ofrecido, ricamente premiado; mas cuando no, que moriría
ahorcado". El Rey Felipe VI le pide que forme Gobierno ("le manda dé
lecciones a un jumento" (intente pactar con Podemos) pero con la advertencia de que si lo consiguiera ("cumpliendo
lo ofrecido sería ricamente premiado") lo que significaría obtener la Presidencia del Gobierno y el
poder consiguiente, "mas cuando no, que moriría ahorcado", es decir, en
caso de no conseguirlo sería castigado con el rechazo de su propio partido,
PSOE, por las críticas internas que está recibiendo por parte de los
"barones" del PSOE por sus negociaciones con Podemos y el fracaso
consiguiente, además de la pérdida de la confianza de sus propios votantes y de
las bases del partido, lo que supone su "muerte política" (moriría
ahorcado).
"El doctor asegura
nuevamente, sacar un orador asno elocuente. Dícele callandito un cortesano: «Escuche,
buen hermano, su frescura me espanta; a cáñamo me huele su garganta.»".
Las advertencias continuas, tanto del propio partido de Sánchez como de otras
formaciones políticas como son el PP y C's, que advierten a Sánchez de que un
pacto PSOE/Podemos supondría el suicidio político del primer partido y del propio
Sánchez, caen en saco roto, ya que Sánchez sigue negando el peligro y, aunque
no se reúne con Iglesias directamente para hablar, las comisiones delegadas de
ambos partidos siguen negociando, aunque el PSOE afirma que son negociaciones
para la investidura, pero no hace alusión a un Gobierno de coalición por las
exigencias desorbitadas, inaceptables y prepotentes de Podemos: la Vicepresidencia del Gobierno, ciertos
Ministerios, control de organismos estatales de capital importancia, exigencia de sumisión
a la ideología del partido de los jueces, control de los periodistas, etc., en
una palabra, de todo aquello que niega la vertebración de toda democracia como
es la separación de poderes y el respeto a la libertad de expresión y
libertades fundamentales que niega el totalitarismo antidemocrático de Podemos.
«No temáis, señor mío -respondió el charlatán-, pues yo me río. En
diez años de plazo que tenemos, el rey, el asno o yo ¿no moriremos?". La
respuesta del charlatán (Pedro Sánchez) a las continuas advertencias que es lo
mismo que hacer oídos sordos a éstas, es la confianza de los socialistas y
demás grupos de izquierdas que serán sustituidos los candidatos por otros con iguales
ideologías peligrosas para el futuro de este país, pues todo es cuestión de
tiempo (diez años, cinco, o dos meses) de que la Monarquía desaparecerá de
España, así como los propios figurantes de esta etapa de inestabilidad política
que vivimos por la formación de un Gobierno que, de producirse, sumiría a
España en una noche oscura democrática en la que se perdería todo lo conseguido por los
esfuerzos de los españoles y el PP, a través del sacrificio de los primeros y
del difícil, esforzado e incomprendido gobierno del segundo, para sacar a
España de la sima profunda de la crisis económica que pudo llevarnos a todos al
abismo del rescate por parte de la UE.
Todo el avance conseguido para salir de la crisis se ve ahora amenazado
por la aparición de Podemos y las mareas que lo sostienen, y que creen que,
antes o después, se terminará creado un Frente Popular al igual que en la etapa
anterior a la Guerra Civil española que llevó a nuestro país al desastre de una
guerra por la fuerza de los acontecimientos que hacía imposible toda convivencia en paz entre las diferentes ideologías que cada vez elevaban más el tono de violencia y amenaza y convertían a la vida politica nacional en una avispero en el que los violentos siempre salían fortalecidos en sus continuos desmanes.
De esta fábula de ayer,
revivida ahora en este compás de espera e incertidumbre política, se puede
aprender de su párrafo final o moraleja cuando afirma: "Nadie encuentra
embarazo en dar un largo plazo a importantes negocios; mas no advierte que
ajusta mal su cuenta sin la muerte". Que es lo mismo que decir que, cuando
se trata de asuntos tan importantes como es el de formar un Gobierno, no se puede
estar perdiendo el tiempo en la búsqueda de pactos imposibles,
contraproducentes y peligrosos, pensando que el tiempo podrá volverse a favor
de quien piensa (Sánchez) que, en caso de fallar en su intento, su fracaso no se
volverá contra el que promete lo que no puede cumplir (su muerte política y la
pérdida de votos para su formación). Y, aún peor, niega la evidencia de que, en caso de llegar a conseguir
su atrevido y peligroso intento, sería nocivo y terrible para todo un pueblo que ha
confiado en quien, aún pensando en que su promesa no la cumpliría por la
imposibilidad de llevarla a cabo, haya permitido que las consecuencias de su
ambición y deseo de llegar al poder las sufrieran los ciudadanos españoles,
sabiendo de antemano que serian letales para la democracia, la economía, las
libertades públicas y el propio futuro de un país que quedaría en manos de
quienes, por no creer en la democracia, sólo aspiran a destruirla desde dentro,
con las propias armas del sistema que quedarían a su merced por culpa de la
ambición de quienes, por alcanzar el poder, son capaces de pactar hasta con el propio
Diablo.