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viernes, 31 de agosto de 2018

LOS CANGREJOS y CATALUÑA SECUESTRADA POR LOS INDEPENDENTISTAS





Fábula de Ayer:                                   

Los cangrejos
(de Félix María de Samaniego)

Los más autorizados, los más viejos
de todos los Cangrejos
una gran asamblea celebraron.
Entre los graves puntos que trataron,
 a propuesta de un docto presidente,
 como resolución la más urgente tomaron la que sigue:
—Pues que al mundo estamos dando ejemplo sin segundo,
 el más vil y grosero
 en andar hacia atrás como el soguero;
siendo cierto también que los ancianos,
duros de pies y manos,
causándonos los años pesadumbre,
no podemos vencer nuestra costumbre.
Toda madre, desde este mismo instante,
ha de enseñar a andar hacia delante
a sus hijos;
y dure la enseñanza
 hasta quitar del mundo tal usanza.
—Garras a la obra, dicen las maestras,
que se creían diestras. Y, sin dejar ninguno,
ordenan a sus hijos uno a uno
que muevan sus patitas blandamente
hacia adelante sucesivamente.
 Pasito a paso, al modo que podían
, ellos obedecían;
pero al ver a sus madres que marchaban
al revés de lo que ellas enseñaban,
 olvidando los nuevos documentos,
 imitaban sus pasos, más contentos.
 Repetían las madres sus lecciones,
 mas no bastaban teóricas razones;
porque obraba en los jóvenes Cangrejos,
sólo un ejemplo más que mil consejos.
Cada maestra se aflige y desconsuela,
 no pudiendo hacer práctica su escuela;
de modo que en efecto
abandonaron todas el proyecto.
y en su pleno congreso
la nueva ley al punto derogaron,
porque se aseguraron
de que en vano intentaban la reforma,
 cuando ellos no sabían ser la norma.








El separatismo catalán ha alcanzado desde el verano de 2017 unas cotas de esperpento, ridículo y patochada inigualables desde que Puigdemont llegó a President de la Generalitat, ocupando el puesto de Artur Mas que le dejó “la patata caliente” de seguir en la brecha para conseguir la independencia y república catalana a quién, por ser más fanático e iluminado, por no decir más tonto, estaba dispuesto a llevar a la práctica la ansiada independencia.
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Los más autorizados, los más viejos/
de todos los Cangrejos/
una gran asamblea celebraron.
Entre los graves puntos que trataron,
a propuesta de un docto presidente,
como resolución la más urgente tomaron la que sigue:

Una vez aprobada en el Parlament la Ley 19/2017, de 6 de septiembre, del referéndum de Autodeterminación ya podían conseguir el sueño de las generaciones que le precedieron en el afán secesionista,

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—Pues que al mundo estamos dando ejemplo sin segundo,
el más vil y grosero
en andar hacia atrás como el soguero;
siendo cierto también que los ancianos,
duros de pies y manos,
causándonos los años pesadumbre,
no podemos vencer nuestra costumbre

Deciden, por ello, no seguir permitiendo que el Estado español  mantuviera sojuzgada a Cataluña (los cangrejos), negando la “soberanía” del pueblo catalán (andar para atrás) por no conseguir durante tantas décadas que, de mutuo acuerdo, el ”Estado opresor” les permitiera declarar la independencia.

Para ello, tenían que insistir en que los ciudadanos, -y los niños en las escuelas-, fueran  obligados, los unos, y enseñados, los otros, a odiar todo lo español (andar hacia adelante),  a insultar o vejar a los representantes de las Fuerzas de Seguridad del Estado opresor, a perseguir a quienes no hablaran el catalán; a rechazar al resto de españoles en Cataluña,que trabajan y pagan sus impuestos; a quitar los símbolos nacionales y todo aquello que representara a ese “país vecino”, odiado y odioso, que, además “roba a Cataluña”.

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Toda madre, desde este mismo instante,
ha de enseñar a andar hacia delante
a sus hijos;
y dure la enseñanza
 hasta quitar del mundo tal usanza.

Después de ese fatídico día de aprobación de la Ley del Referéndum de Autodeterminación y el consiguiente espectáculo vergonzoso que supuso su puesta en práctica, se agudizó el fanatismo separatista, convirtiendo la vida ciudadana catalana en una cárcel para la mayoría del 61% de los catalanes que se declara españolista, y no quieren dejar de ser españoles para seguir siendo catalanes, porque lo uno no niega lo otro ni lo contradice.
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—Garras a la obra, dicen las maestras,
que se creían diestras. Y, sin dejar ninguno,
ordenan a sus hijos uno a uno
que muevan sus patitas blandamente
hacia adelante sucesivamente.

Todos a una, los separatistas se apropiaron de todo lo que significaba el espacio público de convivencia, desde la quita y quema de banderas españolas, la colocación de lazos amarillos como símbolo de la independencia soñada por el fanatismo secesionista, hasta la persecución de todo aquel que no quisiera aceptar el fascismo totalitario de los que obligan a pensar a los demás en su misma onda, pidiendo respeto para sus ideas sin tener ninguno para las ideas contrarias.
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Pasito a paso, al modo que podían,
,ellos obedecían;
pero al ver a sus madres que marchaban
al revés de lo que ellas enseñaban,
 olvidando los nuevos documentos,
 imitaban sus pasos, más contentos.

Muchos catalanes no separatistas callaban y soportaban la tiranía de unas ideas que no compartían, pero al ver a las muchas empresas que se iban marchando de Cataluña, por temor a la posible independencia, por la inseguridad jurídica y fiscal que representaba la situación política y la segura salida de la UE si esta se llevaba a cabo, empezaron a mostrar  su descontento porque no era lo que habían pregonado Artur Mas y sus adláteres que afirmaban que la banca y las grandes empresas no se marcharían nunca de Cataluña, con el perjuicio económico que esto supondría para la economía catalana (olvidando los nuevos documentos, imitaban sus pasos, más contentos)
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Repetían las madres sus lecciones,
mas no bastaban teóricas razones;
porque obraba en los jóvenes Cangrejos,
sólo un ejemplo más que mil consejos.

Cuando los catalanes españolistas se empezaron a movilizar contra la imposición totalitaria de los independentistas y comenzaron a quitar los lazos amarillos y a enfrentarse a los que los ponían, el clima de tensión en Cataluña se agudizó hasta límites insoportables, además de la crispación que ya existía en las familias, entre amigos y vecinos que pensaban de forma diferente, y en todo el ámbito ciudadano enfrentado unos a otros por una ideología totalitaria que no aceptaba contestación alguna. Los lazos amarillos iban cada vez poniéndose menos, al ver que venían detrás a quitarlos quienes no pensaban igual y estaban hartos de callar y aguantar una situación injusta.
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Cada maestra se aflige y desconsuela,
no pudiendo hacer práctica su escuela;
de modo que en efecto
abandonaron todas el proyecto.

Por fin, la Sentencia del Tribunal Superior de Justicia, Sala Quinta de lo contencioso Administrativo, en el recurso de apelación presentado por el Ayuntamiento de San Cugat del Vallés (Barcelona) por la retirada de una bandera estelada que había  instalado el Consistorio, confirmó la prohibición del uso de los espacios públicos para la colocación de símbolos independentistas en  los mismos. Dicha Sentencia le dio la razón a la Sociedad Civil Catalana, tras la denuncia presentada por dicha organización ante un Juzgado que dictó la retirada del mencionado símbolo colocado por el citado Ayuntamiento y que fue recurrida por este último ante el TSJC.
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Los magistrados saben el suceso,
y en su pleno congreso
la nueva ley al punto derogaron,
porque se aseguraron
de que en vano intentaban la reforma,
 cuando ellos no sabían ser la norma.

Esta Sentencia pasa así a ser un primer paso al que seguirán otros muchos más importantes para frenar los excesos del movimiento separatista que tanto daño ha estado haciendo a los catalanes, a su economía y a su futuro que se verá limitado por los daños irreparables que el separatismo ha hecho al pueblo catalán, al que le costará varias generaciones poder borrar las graves secuelas. Así como, también, ha dañado al resto de España,, a la vida política, y al pueblo español, en su conjunto, que ha asistido atónito a un desafío a la Constitución y al Estado de Derecho, similar al de 1934, durante la Repúblia y al que el General Batet supo resolver efizcamente. Sin embargo, ahora se está permitiendo que se vulnere la Constitución y la legalidad vigente, que es el fundamento de la convivencia pacífica entre todos los españoles., a lo que está dando su justa y eficaz respuesta sólo las decisiones judiciales que invitan a las fuerzas políticas y al Gobierno a obrar en consecuencia.

Y es así: Que la fuerza de las leyes suele ser el ejemplo de los reyes